Sam Ballard era jugador de rugby en Sydney en 2010 cuando se tragó una babosa por hacer una apuesta. Tenía sólo 19 años y no tenía ni idea de que ingerir un simple gasterópodo pudiera tener tan terribles consecuencias. Un parásito involucradoComo se informó en el Daily Mail en 2018, Sam enfermó poco después de ingerir la babosa, víctima de la angiostrongilosis, una infección causada por el parásito de las ratas. Este parásito es en realidad un gusano que proviene de caracoles o babosas cuando se comen los excrementos de una rata infectada. No es el primer caso, ya hubo una mujer que contrajo el mismo parásito al comerse un ciempiés.El alta del hospital 3 años despuésDespués de esta infección, el joven estuvo en coma durante 420 días y fue dado de alta del hospital 3 años después, quedándose en una silla de ruedas. A día de hoy, ya no puede ni alimentarse por sí mismo. En 2016, la madre de Sam Ballard solicitó asistencia al estado y se enteró de que cumplía los criterios para recibir 500.000 dólares en cuidados. Sin embargo, el año pasado la cantidad bajó a 135.000 dólares. Sabiendo que necesita una enfermera las 24 horas del día, la madre ya tiene una deuda de 42.000 dólares.