Mientras José Antonio León se disponía a hacer un directo desde Córdoba para cumplir su trabajo tras un largo período de cuarentena, una señora se acercó a él para salir en cámara.Esto no sólo infringía las medidas de seguridad recomendadas, sino que ponía en peligro al reportero en cuestión. En la fase 0 de la desescalada, fase en la que nos encontramos, está permitido dar paseos siempre y cuando se mantengan los 2 prudentes metros de distancia entre personas que no conviven juntas.Al presenciar este acontecimiento, tal vez conmovido después de estar tanto tiempo en casa, a León se le empezaron a saltar las lágrimas y se le hizo difícil continuar con la retransmisión en vivo.Pidió disculpas a Jorge Javier y al resto del equipo de Sálvame, que se encontraban en plató, y añadió unas frases respecto a cómo la gente está incumpliendo las restricciones y recomendaciones de gobierno:“Hasta me emociono con lo que está pasando”, decía José Antonio, que confesaba estar hasta “agobiado” por la situación: “Es alucinante, a la gente le da igual”.